Según la estadística, quien gane seis mil pesos al mes gastaría ocho mil al año en cosas no necesarias.
Chicles, agua embotellada, cigarros, propinas, el refresco de todos los días o cualquier otro “capricho” o “gustito”. Todos son gastos que, si no son medidos, pueden mermar las finanzas personales.
De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (
INEGI), los denominados gastos hormiga representan entre 12% y 15% del salario o ingreso mensual de una persona en México. Para alguien que recibe el salario promedio nacional de seis mil pesos al mes, al año gastaría nueve mil 600 pesos en bienes que adquirió por impulso, el equivalente a mes y medio de trabajo.
Gabriela Vázquez Flores, delegada en Jalisco de la Procuraduría Federal del Consumidor (
Profeco) refiere que el gasto hormiga es una mala administración de los recursos que afecta las finanzas personales, al no distinguir ciertos gastos en los que se podrían ahorrar y porque además no se les da importancia.
“Lo más importante de esto es la impulsividad y a una necesidad generada en ese momento. Se corre el riesgo de que se convierta en un hábito. Muchos de nosotros compramos por impulso porque en el momento nos consideramos que va a tener un efecto y un beneficio importante”, refiere Daniel de Loera Robles, académico del Departamento de Finanzas del Centro Universitario de Ciencias Económico-Administrativas (CUCEA) de la Universidad de Guadalajara (
UdeG).
A su vez, Luis Ignacio Román Morales, investigador del Departamento de Economía, Administración y Mercadología del Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Occidente (ITESO), considera que este tipo de gasto hormiga en muchas ocasiones es indispensable, sobre todo en sectores de la población que por falta de tiempo o recurso, no pueden preparar alimentos desde casa.
“Hormiga no quiere decir que sea prescindible, hay una gran parte de la población que no dispone de tiempo para preparar sus propios alimentos en su hogar; y ante bajos ingresos, es muy probable que realicen ese desembolso en lugares de comida rápida como en los puestos de la calle”.
LA VOZ DEL EXPERTO
Comida, una gran fuga de dinero
Ignacio Román Morales (académico del ITESO)
Luis Ignacio Román Morales, investigador del Departamento de Economía, Administración y Mercadología del Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Occidente (ITESO), resaltó que la comida que se compra en la calle, aunque es un gasto no alto, sí es cotidiano y eso afecta las finanzas personales de la gente.
Destacó que este rubro de comida de bajo costo está dentro del Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) y es el segundo gasto más significativo en los hogares.
“En la estructura de la canasta del Índice Nacional de Precios al Consumidor, uno lo que encuentra es cierta sorpresa en cuanto a unos rubros de gasto. Por ejemplo, el segundo tipo de gasto más importante en México es todo lo asociado con taquerías, loncherías, torterías, fondas y similares. Ese es un elemento muy importante” explicó el especialista.
El especialista señaló que, como la gente no puede preparar muchas veces su comida desde casa, invierten en la comida callejera y de restaurantes y a la larga eso implica un impacto a las
finanzas personales.
RECOMENDACIONES DE LOS EXPERTOS PARA COMBATIR LOS GASTOS INNECESARIOS
• Daniel de Loera Robles (académico del Centro Universitario de Ciencias Económico Administrativas)
* Programar la compra de comida, golosinas y complementos alimenticios. Ello incluye la adquisición de paquetes de cientos de productos para tenerlos disponibles cuando se ofrezca (galletas, jugos, dulces...).
* Al viajar en fin de semana planificar cuántas personas van, duración del viaje y qué consumirán.
• Ana Estela Durán Rico (delegada de la Condusef en el Estado de Jalisco)
* Tomar nota de los gastos. Es importante hacer una lista para llevar control y percatarse en qué se va el dinero e identificar de cuáles gastos se puede prescindir.
* Revisa la fecha de corte de las tarjetas de crédito y realizar el pago antes de que venza. Se evitará pagar intereses que no estaban programados.
* Tomarse tiempo para identificar los cajeros de la institución bancaria a la que uno está afiliado. Así se evitará retirar dinero de cajeros en red que cobran comisión.
• Sergio Rivera (director de Comunicación y Relaciones Públicas del MIDE)
* Priorizar las necesidades básicas y evitar los "gustitos". De no hacerlo, el desembolso extra se convierte en gasto hormiga.
* Plantear metas y recortar gastos. La planeación personal es importante ya que limita el consumo que se hace en otro tipo de productos.
* Cultura económica y financiera. Es vital para cada persona entender el manejo de los recursos y cómo se administran.
• Gabriela Vázquez Flores (delegada de Profeco en el Estado de Jalisco)
* Siempre comparar precios y optar por los productos y servicios más económicos.
* Consultar y aprovechar las promociones y descuentos que ofrecen los comercios y prestadores de servicios.
* En materia de telefonía, a donde quiera que vayas pregunta si puedes conectarse a su Wi-Fi. De esta manera se evitará consumir datos de forma innecesaria.
* Identificar los números de celular que generen mayor gasto y solicitar a la compañía telefónica que se permita llamar más barato o gratis a esos números.
LA FRASE
"El dinero que nos sobra realmente debe ahorrarse y ponerlo en un fondo para el retiro en tu Afore. Aunque parezca increíble, 10 pesos diarios son 300 mensuales... al final es un impacto".
Ana Estela Durán, delegada de Condusef
TESTIMONIOS DE CONSUMIDORES
Existe poco control de las finanzas personales
La mayoría de los tapatíos no son conscientes de los gastos hormiga. Pocos llevan administración de sus egresos para saber cuánto destinan a pequeñas compras diarias.
En un sondeo realizado por el Centro de la ciudad, la mayoría de los entrevistados dijo saber qué es el gasto hormiga, pero sólo uno de cada 10 entrevistados aseguró llevar un control de las erogaciones que realiza cada semana.
Asimismo, aunque la mayoría menciona algunas formas de aminorar dichos gastos, reconocen que no las llevan a cabo.
Dalia, trabajadora en una tienda de electrónica; María Guadalupe, quien estudia Comercio Internacional y trabaja en el cine; así como Mischel Reyes, estudiante de preparatoria, reconocieron incurrir en el gasto hormiga todo el tiempo, con compras que van desde fruta y agua fresca, hasta papas, lunetas, tortas y tacos. Cada una suelen gastar entre mil 500 y dos mil pesos al mes en dichos comestibles.
Por su parte, don Roberto García, técnico en aviación jubilado, suele tener esta práctica cada semana o cada tercer día cuando sale.
“Me compro una paleta, un pan o alguna cosa que no es de primer necesidad. Por ejemplo, cuando voy al (mercado) San Juan de Dios y se me antojan unos cacahuates, pues me los compro”.
Reconoce que aunque gasta entre 200 y 300 pesos por semana en dichos alimentos, nunca le ha “echado cabeza” para aminorar esos pagos.
Asimismo, Elizabeth, ama de casa y trabajadora del servicio público, procura que no le pase muy seguido, pero desembolsa alrededor de 300 pesos quincenales en alguna pintura, o algo para la casa, como “un toper que en realidad no lo necesitaba pero lo compro”.
Por último, Rocío Montero, quien es ama de casa, gasta aproximadamente 200 pesos semanales en helados, en dar dinero a los indigentes o comprar agua. Ella, asegura que una forma de menguar sus gastos hormiga, es: “dejar de gastar, de darle a los indigentes porque de pesito en pesito se te van cinco, seis pesos en un día”.
Un hábito que se puede controlar
Aunque el gasto hormiga es una práctica que no se puede erradicar del día a día de las personas, sí hay estrategias para controlarlo y disminuir las afectaciones, no sólo a los bolsillos de las personas, también a la salud de quienes consumen productos chatarra, consideran Daniel de Loera Robles, catedrático de la Universidad de Guadalajara, así como Sergio Rivera, director de Comunicación y Relaciones Públicas del MIDE.
Gabriela Vázquez Flores, delegada de Profeco en Jalisco, resalta que una de las formas más eficaces de disminuir el gasto hormiga es comparar los precios de los productos y revisar las promociones existentes.
Por su parte, Ana Estela Durán Rico, delegada de la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef) en la Entidad señala que: “la clave está en no comprar artículos o gustitos que nos damos, si no los necesitamos” y con esto, procurar el ahorro.
“El dinero que nos sobra realmente debe ahorrarse y ponerlo en un fondo para el retiro, en tu Afore. Aunque parezca increíble, 10 pesos diarios son 300 mensuales y pega, al final es un impacto”.
Durán Rico refiere que se requiere una buena salud financiera para vivir tranquilos y si no se tiene un presupuesto y claridad de los gastos, se genera un desorden financiero personal: “Estamos angustiados en cómo lo voy a pagar y no me alcanza el dinero y son situaciones que nosotros nos estamos autogenerando”.
BIBLIOGRAFÍA:
http://www.informador.com.mx/economia/2017/714819/6/advierten-del-elevado-costo-que-genera-el-gasto-hormiga.htm
COMENTARIOS PERSONALES:
Es conveniente que para evitar gastos hormiga o innecesarios, tomemos en cuenta que debemos priorizar primero lo que si necesitaremos, que es imprescindible para nuestro consumo y ver que no y que tan seguido podemos adquirirlo para que no se vuelva recurrente ese gasto y así podamos ahorrar nuestro dinero y al final del día no preguntarnos qué paso con él.